El papa Francisco, argentino y apasionado del fútbol, desató una ola de curiosidad al revelar su preferencia entre los grandes íconos del deporte: Lionel Messi, Pelé y Diego Maradona. En una entrevista reciente con la televisión pública italiana RAI, el sumo pontífice expresó su opinión singular y franca sobre estas figuras legendarias.
Cuando se le preguntó cuál de los astros del fútbol prefería, si Messi o Maradona, el Papa sorprendió al mencionar a un tercero: Pelé. Aunque reconoció la grandeza futbolística de Maradona, lo describió como alguien que, a nivel personal, «fracasó como hombre», atribuyendo su fracaso a la «corte» que lo rodeaba y no lo ayudó, señalando que esto eventualmente contribuyó a su trágico final en noviembre de 2020.
Sin embargo, en sus palabras hacia Messi, lo elogió como un individuo «correctísimo, un señor», resaltando su comportamiento ejemplar. A pesar de esto, el Papa declaró que el «gran señor» es Pelé, destacando la humanidad y la personalidad del legendario futbolista, fallecido en diciembre de 2020.
En un giro inesperado, el Papa también compartió detalles personales, recordando una novia de su juventud que, años después, encontró con familia propia mientras era arzobispo de Buenos Aires. Además, reflexionó sobre su fe, admitiendo haber caminado por senderos oscuros pero nunca haber sentido la pérdida de la fe en su totalidad.
Sobre su salud, el Papa, con humor irónico, comentó: «Aún vivo», tras sus operaciones médicas, asegurando que ahora se siente muy bien y puede comer de todo.
Francisco rechazó ser etiquetado políticamente como de derechas o izquierdas, subrayando la importancia de la coherencia en las acciones. Recordó el caso de san Pablo VI, criticado en su momento por ser un innovador en la Iglesia, a pesar de no ser ni de izquierda ni de derecha.
En cuanto a su legado eclesiástico, Francisco reconoció la resistencia de algunos sectores conservadores que añoran el pasado, mientras él busca impulsar a la Iglesia hacia adelante, enfrentando críticas por sus posturas más progresistas.