Resiliencia y talento, pero sin el resultado esperado.
La Selección Colombia Femenina quedó eliminada del Mundial Sub-20 tras caer en penales ante Países Bajos, poniendo fin a su participación en el torneo como anfitriona. El equipo de Carlos Paniagua luchó hasta el último minuto, pero no logró cumplir con las altas expectativas que acompañaban a este talentoso grupo de jugadoras.
Resiliencia y promesa de futuro
1. Actitud luchadora: A pesar de la eliminación, la Selección mostró una notable capacidad de resiliencia, levantándose en cada partido tras recibir goles o enfrentar situaciones adversas. Las jugadoras nunca dejaron de competir, demostrando un espíritu que inspira confianza en el futuro del fútbol femenino colombiano.
2. Un talento evidente: Colombia cuenta con jugadoras prometedoras como Luisa Delgado, Mary José Álvarez, y Linda Caicedo, una de las mejores del mundo en su categoría. A pesar de la eliminación, estas jóvenes son el presente y futuro del equipo, asegurando la continuidad del talento nacional.
3. Recambio asegurado: La base de este equipo proviene de la exitosa generación Sub-17, lo que garantiza un proceso sólido y un recambio prometedor para la selección mayor. Aunque la derrota duele, las jugadoras han mostrado que están listas para dar el siguiente paso en su desarrollo.
Falta de contundencia y rendimiento irregular
1. Problemas de definición: Colombia generó múltiples oportunidades de gol, pero la falta de efectividad frente al arco fue decisiva. A pesar de dominar el juego en varias fases del torneo, la incapacidad para concretar las jugadas claras y la imprecisión en los penales sentenciaron al equipo.
2. Rendimiento inconsistente de figuras clave: Jugadoras como Linda Caicedo y Gabriela Rodríguez tuvieron momentos brillantes, pero su rendimiento fue inconsistente. En un torneo tan exigente, la falta de regularidad y el peso emocional de jugar en casa afectaron a algunas de las principales figuras del equipo.
3. Meta no cumplida: El objetivo de llegar a las semifinales y superar el rendimiento en Costa Rica 2022 no se logró. Aunque el talento está presente, la falta de consolidación en los momentos clave impidió que el equipo avanzara más allá de los cuartos de final.
Críticas injustificadas y falta de madurez
Tras la eliminación, surgieron críticas que acusaban al equipo de falta de carácter y compromiso, opiniones injustas ante un grupo que generó numerosas oportunidades de gol y dejó todo en la cancha. A veces, el mayor reto es aceptar la derrota y aprender de ella para seguir creciendo como equipo y como afición.
Este revés es doloroso, pero también es una oportunidad para que Colombia continúe construyendo su futuro en el fútbol femenino, con miras a nuevas oportunidades en torneos venideros.